lunes, 19 de diciembre de 2011

Carta de Navidad

Érase una vez un Hospital, que era el punto de mira en decisiones políticas, ajenas a lo que realmente representaba y a cualquier valoración humana y social.

En un momento de crisis económica, social  y de valores, poco importaba lo humano, la trayectoria de un trabajo bien hecho, de unos profesionales que ante todo, lo sentían como propio y lo valoraban como algo suyo. Se trabajaba en paz y armonía, con altos y bajos  que se supieron superar.

Y llegó la NAVIDAD 2011, y  estas ilusiones y  esfuerzos se vieron rotos por una DECISION POLÍTICA, por unas personas que no han vivido 40 años con nosotros y que ven en él, un futuro productivo. Un futuro en el que las GRANDES EMPRESAS  ven  en la  SANIDAD  “una rentabilidad económica”.  Hay que cuadrar  los balances, las cuentas han de salir, lo que en unos años no hemos sabido administrar, ahora lo paga nuestro Hospital, ese hospital en el punto de mira siempre.
¡Bendito Hospital, que va a ser el salvador de la sanidad en el SESCAM!.
      
Ó BIÉN, ¿ Es que se ha visto una oportunidad de negocio, por parte de aquellos que teniéndolo todo, quieren más?
      
 Se ha vendido que la atención  seguirá siendo gratuita, que los servicios no afectaran a la población, pero no se ha hablado  de la calidad que se va a prestar ni de los servicios que se van a dar. Si el Hospital  lo quieren hacer rentable no va a ser a costa de tener más calidad en el servicio, ¡que no nos engañen!.
      
Supongo que los economistas y políticos estarán como locos cuadrando cuentas y viendo que rentabilidad pueda tener. Piensen que somos personas  y no números. Que el trabajo bien hecho debe primar sobre intereses  particulares y de negocio.
EL SACRIFICIO LO TENEMOS QUE HACER TODOS EMPEZANDO POR ARRIBA, Y EN MENOR MEDIDA LOS DE ABAJO, Y NO AL REVÉS.   
      
En esta historia, en medio de una lucha sin tregua, hay muchas ilusiones truncadas,  y nos preguntamos  ¿De qué ha valido tantos años dándolo todo por parte de tantas personas que seguirán luchando por lo que es justo?
Las Navidades son unas fiestas entrañables para vivirlas en Paz, hagamos que todo esto tenga sentido y lo podamos vivir en paz, y dejar tranquilo a un Hospital  con entidad propia, y preguntemos a la gente de la calle su sentir y tendrán la respuesta.
El final de esta carta es un final que escribiremos entre todos, iluminemos nuestras almas con el sentir de la gente, de la luz que él desprende y el calor de un Hospital casi rozando lo humano, sencillo y respetado por todos.